En la actualidad nos encontramos cada vez con mas frecuencia frente a situaciones inesperadas y sorpresivas que sentimos pueden cambiar o afectar nuestras vidas.
Momentos críticos como la pérdida de un trabajo, una separación, cuando los hijos salen del hogar, la pérdida de un ser querido, o el nacimiento de un hijo, hasta situaciones de mayor complejidad como experiencias traumáticas de agresión o abandono, hacen que las personas adopten cambios en sus vidas, pero también ocurre que algunas situaciones nos desborden de tal forma que son difíciles de afrontar.
Al momento de enfrentar una situación problemática o emocionalmente difícil, tendemos a escondernos y encerrarnos, sin saber cómo reaccionar o qué soluciones buscar. El pasar por momentos difíciles, no solamente nos afecta mentalmente, sino también físicamente.
Hay diferente tipos de reacciones en cada persona. Algunas suelen dejar de comer, otras hacen lo opuesto. La falta de ánimos disminuye los deseos de bienestar. A veces estas situaciones pueden acarrear problemas más serios que repercuten en el cuerpo, como dolores de cabeza, mareos, alta presión, e incluso puede llevarnos a la situación de atentar contra la vida propia o la de los demás.
Usualmente, el apoyo emocional de personas cercanas, amigos y familiares es la solución más eficiente y cercana que pueda tener una persona que enfrenta este tipo de situaciones. Pero, ¿qué pasa cuando los problemas o situaciones no se pueden o no desean ser compartidos con los seres queridos?
Es muy importante aprender que por más difícil que sea el momento por el que se está atravesando, y aunque quizás los sentimientos confusos no nos permitan visualizar salidas tenemos que saber que siempre podrán encontrarse alternativas que nos permitan salir adelante, siempre y cuando estemos dispuestos a ello..
Para este tipo de situaciones, hay diversas alternativas que se puede adoptar según la situación por la que se esta atravesando como técnicas de autoayuda, que pueden ofrecernos respaldo y confianza. O quizás “grupos de apoyo” que pueden brindar consejo, ayuda, o simplemente alguien que pueda escuchar.
Lo importante y necesario en estos casos es buscar una solución que nos permita mirar con perspectiva, ayudarnos a superar las etapas de depresión y ansiedad típicas de las situaciones difíciles. Esto puede fortalecernos de manera tal que podamos recuperar la autoestima, adoptar una actitud positiva frente a las cosas, aumentar la motivación y sobre todo aprender a afrontar situaciones difíciles que son parte de la vida.
Debemos tener en cuenta que los pensamientos siempre condicionan nuestra forma de conducirnos frente a la vida, y por eso, es importante clarificar los pensamientos aislándolos de toda idea negativa. Como personas debemos aprovechar al máximo nuestro potencial para vencer las adversidades.
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