La violencia es un comportamiento deliberado y conciente, que puede provocar daños corporales o mentales a la victima. El termino esta vinculado a la acción que se ejecuta con fuerza o brusquedad y que se ejerce contra la voluntad de la victima. La violencia de género es aquella que se ejerce de un sexo hacia otro, en la actualidad se observa con más frecuencia y es un tema por el cual hay que tomar medidas urgentes.
En consonancia en materia legal se reglamento la Ley 26.485 de violencia contra las mujeres, que acuerdo a dichas disposiciones el Estado Nacional tiene la responsabilidad ya no sólo de asistir, proteger y garantizar justicia a las mujeres víctimas de la violencia doméstica sino que, además, le incumben los aspectos preventivos, educativos, sociales, judiciales y asistenciales vinculados a todos los tipos y modalidades de violencia. Esta ley nacional habla también acerca de la violencia física, verbal, sexual, patrimonial, o la violencia que se gesta a través de los medios masivos de comunicación, en los que se ve a la mujer como un objeto sexual. En nuestra provincia la Ley N° 26.485 se instrumenta a través del Consejo Nacional de la Mujer.
La violencia de género involucra absolutamente a todos y trasciende más allá de la violencia doméstica, o la violencia laboral, se puede presentar en todas las relaciones que se tiene desde el punto de vista interpersonal. Son varias causas del flagelo, pero el silencio, aislamiento y ocultamiento son los principales signos de que se esta siendo victima de violencia.
En este aspecto son las mujeres quienes más padecen este flagelo y empiezan a sufrir violencia cuando se le empiezan a negar sus derechos, o cuando se la comienza a criticar por su forma de vestir, por el entorno de amistades; cuando se la aísla, y sobre todo cuando el hombre se empieza a imponer.
Violencia en definitiva es perder nuestros derechos, nuestro ser, nuestra seguridad, nuestra voz y en la actualidad se observan situaciones de violencia que empiezan desde muy temprana edad.
Es mucho lo que hay que trabajar, porque lamentablemente en Jujuy la violencia de género está naturalizada. Faltan instrumentar políticas públicas del gobierno que den abasto a la cantidad de casos que se presentan en la provincia desde todos los aspectos no solo en el preventivo, es preciso agilizar las medidas cautelares en contra de los agresores y ver por la seguridad de la victima mientras la justicia analiza la denuncia, como la existencia de un refugio a donde se pueda acudir cuando la victima se ve despojada de su hogar.
Sin duda es necesario un trabajo interinstitucional y buscar planes de acción pero por sobre todo para combatir la violencia de género hay que promocionar la igualdad.
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